miércoles, 2 de enero de 2019

LA ESPIRAL

Despertó con un grito que salió de sus entrañas. Despacio se puso de pie y reconoció su casa a pesar de la oscuridad.

Las luces de un auto que atravesaron brevemente por las persianas de la ventana fueron suficientes para mostrar su reflejo frente al espejo y revelarle en lo que se había convertido.

Las cosas pasaron demasiado rápido. En un abrir y cerrar de ojos sus manos se llenaron de sangre al igual que el filudo cuchillo cómplice de su arrebato.

Las luces de los autos en la calle que iluminaban cada tanto la casa iban mostrándole el cruel escenario. Huellas de sangre perseguían su lento andar en medio de la oscuridad. Sentía un nudo en el estómago. Apenas y podía recordar lapsos de lo ocurrido.

Continuó recorriendo la casa y llegó al baño. Fue aquí. Se dijo asimismo mientras su mirada recorría el pequeño lugar. A pesar de la poca luz que llegaba de fuera pudo distinguir el cuerpo acurrucado en una esquina. Al verlo salió corriendo de la habitación.

No quiso acercarse pero tenía que hacerlo. En pocas horas el fuerte olor pondría en alerta a los vecinos y todo el mundo se enteraría de su secreto.

Como pude llegar a esto. Como pude. Se repetía una y otra vez en medio de sollozos. El nudo que sentía en el estómago se iba incrementando cada vez más.

Encontró valor y regresó al baño pero el cuerpo ya no estaba. En ese momento volvió a ver su reflejo en el espejo y recordó el incontrolable acto que lo convirtió en un suicida.

Ayudado con el cuchillo, la herida mortal que se hizo en el estómago fue apagando su vida y condenando su alma mientras una vez más expiró en la penumbra.

Despertó con un grito que le salió de las entrañas. Despacio se puso de pie y reconoció su casa a pesar de la oscuridad.

FRÍO EN VERANO

Luces, torta, bocaditos, tragos, música. Todo estaba listo para la fiesta de Julio. Me tomó un par de horas adornar la terraza y acomodar l...